Por Juan Tomás Valenzuela
Como se ha puesto de moda
lo de la emprendiduría,
toy buscando asesoría
con Ramfis, el de la WODA,
para ver si me acomoda
un equipo bien barato,
que resuelva el pujilato
de los pinches telefónicos
del procurador icónico
y éste ungido pelagato.
La cantidad de aparatos
que andan con gomas vacías
porque Procuraduría
está timbí de chivatos,
me ha abierto el mejor formato
para salir de esta olla,
ya que el hijuelacebolla
que está de procurador,
por orden de un malhechor
nos tiene hasta la perolla.
Toy montando una gomera
para tapar celulares
y evitar que los chacales
que obran desde la otra acera,
tén oyendo por doquiera
todas las conversaciones,
de gente, que sus acciones
distan mucho de las de ellos,
como el procurador bello
y su escolta de matones.
Dicen que la cantidad
de teléfonos pinchados
ya nos tiene acorralados
a toda la vecindad.
Este acto de iniquidad
con el que este abusador,
provisto del deshonor
que le dá su desvergüenza,
le va a traer consecuencias
a él y al otro malhechor.
Pero… vuelvo a mi negocio,
(lo que motiva este escrito)
es que este mudo maldito
usa su tiempo se ocio,
pa’proteger a sus socios
de coimas y de sobornos,
vigilando aquel entorno
en que se mueve Leonel,
yo, Cachicha, Abinader
y la jueza del bochorno.
Juan de los Palotes
11 marzo 2019